PRINCIPALES CONCEPTOS DE ATENCIÓN AL PACIENTE TERMINAL
UNIVERSIDAD PARA EL BIENESTAR BENITO JUÁREZ GARCÍA
Licenciatura en Medicina y Salud Comunitaria CTT 31UBBJ0089
Ciclo académico 2021-2
Materia:
HERRAMIENTAS INFORMÁTICAS PARA EL ANÁLISIS EN MEDICINA
Docente:
Dra. Nidia Elizabeth Sosa Villanueva
Alumna:
Karla Agustina Parra Sandoval Grado:1
Grupo: D
Morir con dignidad: Supone vivir dignamente hasta el último momento. Ello requiere la consideración del enfermo como ser humano hasta el momento de la muerte, el respeto a sus creencias y valores, así como su participación en la toma de decisiones mediante una relación cer- cana y sincera con el equipo asistencial.
Se asocia el hecho de morir con dignidad a la ausencia de sufrimiento.
Cuidados paliativos. “Buena práctica” médica al final de la vida: Proporcionan una atención integral a los pacientes cuya enfermedad no responde a tra- tamiento curativo y donde es primordial el control de síntomas, especialmente del dolor, así como el abordaje de los problemas psicológicos, sociales y espirituales. Tienen un enfoque interdisciplinario e incluyen al paciente, la familia y su entorno, ya sea en casa o en el hospital.
Los cuidados paliativos afirman la vida y consideran la muerte como un proceso nor- mal; ni aceleran ni retrasan la muerte. Tienen por objeto preservar la mejor calidad de vida posible hasta el final.
La buena práctica médica supone la aplicación de medidas terapéuticas proporcionadas, evitando tanto la obstinación como el abandono, el alargamiento innecesario o el acor- tamiento deliberado de la vida.
Consiste en retirar, ajustar o no instaurar un tratamiento cuando el pronóstico limitado así lo aconseje. Es la adaptación de los tratamientos a la situación clínica del paciente.
El término “limitación del esfuerzo terapéutico” debe evitarse ya que no se trata de nin- guna limitación de tratamientos sino de una adecuación de los mismos.
Consiste en la instauración de medidas no indicadas, desproporcionadas o extraordina- rias, con la intención de evitar la muerte en un paciente tributario de tratamiento paliati- vo. Constituye una mala práctica médica y una falta deontológica.
Las causas de obstinación pueden incluir, entre otras, las dificultades en la aceptación del proceso de morir, el ambiente curativo, la falta de formación o la demanda del en- fermo o la familia.
Es preferible evitar el término “encarnizamiento” porque presupone una cierta intencio- nalidad negativa por parte de quien lo efectúa.
Consiste en la falta de atención adecuada a las necesidades del enfermo y su familia.
Entre sus motivos destacan la falsa idea de que “ya no hay nada que hacer” y una for- mación insuficiente en cuidados paliativos, así como el miedo o sensación de fracaso profesional.
En medicina paliativa, son claros ejemplos de abandono, entre otros, no atender bien los síntomas del paciente, no utilizar la sedación cuando ésta indicada o no informarle adecuadamente.
Abandono y obstinación son los dos extremos de la mala praxis médica en la atención al final de vida que constituyen una grave vulneración del Código de Deontología Médica.
Es la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico1.
Suicidio médicamente asistido: Es la ayuda médica para la realización de un suicidio, ante la solicitud de un enfermo, proporcionándole los fármacos necesarios para que él mismo se los administre.
Es la conformidad libre de un paciente, manifestada en pleno uso de sus facultades des- pués de recibir la información adecuada, para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud.
Se fundamenta en la autonomía, que es un derecho de los enfermos que el médico debe respetar. Evitar el paternalismo tradicional no debe conducir al abandono del paciente en la toma de decisiones, que ha de realizarse en el contexto de una relación clínica cooperativa.
La obligación del médico de dar al paciente una información clara y comprensible tiene dos excepciones: la voluntad del enfermo de no ser informado y la necesidad terapéutica (cuando el médico dispone de razones objetivas de que la información puede perjudicar al paciente gravemente en su salud).
Es la expresión del proceso de toma de decisiones anticipadas de un paciente capaz, informado y ayudado por el equipo asistencial, acerca de la atención que desea recibir en posibles escenarios clínicos futuros sobre los que el paciente expresa sus preferencias para el caso en que ya no pueda decidir personalmente.
Esta planificación puede incluir: la comprensión del paciente sobre su enfermedad, va- lores y creencias, preferencias sobre su tratamiento y cuidado, las intervenciones que autoriza o rechaza, las decisiones relacionadas con su fallecimiento y la designación de un representante. Todo ello deberá constar en la historia clínica.
Es el documento por el cual una persona mayor de edad, capaz y libre, manifiesta anti- cipadamente su voluntad sobre los cuidados y los tratamientos y, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de los órganos del mismo, con el objeto de que ésta se cumpla si cuando llegue el momento la persona no se encuentra en condi- ciones de expresarla personalmente2.
Conviene precisar que este documento no sustituye la comunicación continua y adecua- da del médico con su paciente, cuando éste conserva la capacidad para tomar decisio- nes.
Enfermedad incurable avanzada: Enfermedad de curso gradual y progresivo, sin respuesta a los tratamientos curativos disponibles, que evolucionará hacia la muerte a corto o medio plazo en un contexto de fragilidad y pérdida de autonomía progresivas. Se acompaña habitualmente de síntomas múltiples y provoca un gran impacto emocional en el enfermo, sus familiares y en el propio equipo asistencial.
Cuando se prevé que ocurra la muerte a corto plazo (días, semanas) suele emplearse también el término de enfermedad o situación terminal.
La que precede a la muerte cuando ésta se produce de forma gradual, y en la que existe deterioro físico intenso, debilidad extrema, alta frecuencia de trastornos cognitivos y de la conciencia, dificultad para la relación y la ingesta, con pronóstico de vida en horas o pocos días.
Aquel que no puede ser adecuadamente controlado con los tratamientos disponibles, aplicados por médicos expertos, en un plazo de tiempo razonable. En estos casos el ali- vio del sufrimiento del enfermo requiere la sedación paliativa
Es la disminución deliberada de la consciencia del enfermo, una vez obtenido el opor- tuno consentimiento, mediante la administración de los fármacos indicados y a las dosis proporcionadas, con el objetivo de evitar un sufrimiento insostenible causado por uno o más síntomas refractarios.
Cuando el enfermo se encuentra en sus últimos días u horas de vida, hablamos de seda- ción en la agonía.