Aquel proceso del pensamiento que, sobre la base de analogías, permite la comprensión, representación, explicación... de algún objeto, fenómeno o suceso. Como importante componente del pensamiento, el razonamiento analógico está estrechamente relacionado con la inteligencia, el aprendizaje, el proceso de formación de conceptos y la resolución de problemas. De ahí su importancia y su uso tan amplio tanto por el hombre común como por los científicos, artistas y educadores.
Es una habilidad avanzada que nos permite relacionar experiencias y hechos que no son similares entre sí. Esta capacidad cognitiva es lo que distingue a los seres humanos de otros animales inteligentes, y es indispensable para el razonamiento analítico e inductivo.
Es un término griego que significa proporción, correspondencia. Desde el siglo IV a.n.e Aristóteles, en la Metafísica, fue el primero en definirla como “una igualdad de proporciones que implica al menos cuatro términos en los que el segundo está relacionado con el primero de la misma forma en que el cuarto está relacionado con el tercero” (en Pellegrino, 1986 p. 257)
En los primeros momentos de la historia de la humanidad la analogía ocupó el lugar que la observación y el experimento ocupan hoy como métodos de investigación científica, así surgieron en la Antigüedad la mayor parte de las concepciones de la Filosofía de la Naturaleza.
SOLUCION DE PROBLEMAS CON ANALOGIAS El hombre primitivo relacionó su puño con la piedra que le sirvió para golpear de forma consciente; relacionó la mano ahuecada para tomar agua en el estanque con la piedra o el pedazo de madera, ahuecado también, de donde surgió el primer plato; al combinar unas ramas secas puestas horizontalmente sobre otras verticales, el hombre primitivo construyó, a semejanza de la cueva, su nueva casa. El llamado “pensamiento mágico” de los primitivos da cuenta de ello.
Muchas veces, la analogía se convierte en una manera ingeniosa de decir, de transmitir experiencias, vivencias humanas, desde las formas simples de divertimento con que nos pueden hacer sonreír.
Aplica la analogía. observa tu entorno e identifica 10 pares de objetos, cosas, animales, etc., que guarden alguna relación y reflexiona si ese par de objetos pueden relacionarse con otro par. Ejemplo 1: Mesa es a comer como: Cama es a dormir