Es un objeto compuesto por la combinación de uno o más sistemas resonantes y medios para su vibración, construido con el fin de producir sonido en uno o más tonos que puedan ser combinados por un intérprete para producir música.
Independientemente de la edad, aprender a manejar un instrumento musical puede estimular el cerebro de gran manera: incrementa la materia gris, mejora las conexiones entre las áreas más distanciadas del cerebro y mejora la memoria verbal
Por norma general, la edad óptima oscila entre los tres y diez años, periodo en que la “ventana neuronal” permite un aprendizaje mucho más rápido y natural.