Mene, Mene Tequel, Parsin.
Daniel 5:17-18, 20-28
17 ―Su Majestad puede quedarse con sus regalos, o dárselos a otro —le respondió Daniel—. Yo voy a leerle a Su Majestad lo que dice en la pared, y le explicaré lo que significa.
18 »El Dios Altísimo dio al rey Nabucodonosor, padre de usted, grandeza, gloria, majestad y esplendor.
20 Pero, cuando su corazón se volvió arrogante y orgulloso, se le arrebató el trono real y se le despojó de su gloria;
21 fue apartado de la gente y recibió la mente de un animal; vivió entre los asnos salvajes y se alimentó con pasto como el ganado; ¡el rocío de la noche empapaba su cuerpo! Todo esto le sucedió hasta que reconoció que el Dios Altísimo es el soberano de todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien él quiere.
22 »Sin embargo, y a pesar de saber todo esto, usted [Belsasar], hijo de Nabucodonosor, no se ha humillado.
23 Por el contrario, se ha opuesto al Dios del cielo mandando traer de su templo las copas para que beban en ellas usted y sus nobles, sus esposas y concubinas.
23Usted se ha deshecho en alabanzas a los dioses de oro, plata, hierro, madera y piedra, dioses que no pueden ver ni oír ni entender;
23en cambio, no ha honrado al Dios en cuyas manos se hallan la vida y las acciones de Su Majestad.
24 Por eso Dios ha enviado esa mano a escribir
25 lo que allí aparece: MENE, MENE, TÉQUEL, PARSIN.
26 »Pues bien, esto es lo que significan esas palabras:
»Mene: Dios ha contado los días del reino de Su Majestad, y les ha puesto un
límite. [Tus días están contados.]
27 »Téquel: Su Majestad ha sido puesto en la balanza, y no pesa lo que debería pesar. [Eres responsable]
28 »Parsin: El reino de Su Majestad se ha dividido, y ha sido entregado a medos y persas». [Tu influencia es temporal]
[Los persas desviaron el Río Eufrates, el cual atravesaba la ciudad, hacia un pantano. Pasaron por la pared. Belsasar fue ejecutado esa noche.]