En primer lugar, necesitamos desarrollar aquellas competencias que consideramos nucleares: las competencias de autogestión, que son las que nos permiten gestionarnos a nosotros mismos y nuestra motivación
En segundo lugar, trabajaremos las competencias que tienen un enfoque más orientado a la relación con los demás y la consecución de resultados con otras personas
1. Comprensión de la competencia. Primero debemos entender la de- finición de la competencia y sus indicadores de conducta. Identificar situaciones profesionales y personales concretas en las que la aplicación de la competencia sería realmente útil.
2. Reconocimiento. Para motivarnos a desarrollar una competencia, hay que convencerse de la importancia que ésta tiene en una situación determinada para conseguir resultados. También nos ayuda, comparar a una persona que la tenga desarrollada y otra que no sea así y la diferencia de sus logros.
3. Autoevaluación. Identificar en qué grado tenemos desarrollada una competencia. Para ello podemos utilizar el cuestionario quiero empleo, que nos permite contrastar nuestra autoevaluación de competencias con la de los observadores externos e identificar las diferencias entre ambas.
4. Práctica. Poner en práctica los consejos y utilizar los recursos ne- cesarios para desarrollar la competencia en la que se han detectado carencias, hasta obtener los resultados deseados. También es importante obtener feedback de los progresos conseguidos o participar en talleres y sesiones de formación diseñados expresamente para este tipo de aprendizajes.
5. Aplicación. Identificar un objetivo y aplicar las pautas de comporta- miento propias de la competencia en un puesto de trabajo o en el ámbito educativo o personal. Reconocer los obstáculos y dificultades que nos encontremos para seguir trabajando sobre ellos.
6. Seguimiento y reforzamiento. Incluye actividades tales como: com- partir el objetivo con un supervisor o tutor con quien se establece un acuerdo para recibir feedback o asistencia de coaching; fijar reuniones de revisión del progreso alcanzado con otras personas con quien compartir lo que ha funcionado y lo que no ha funcionado, y obtener ideas adicionales, apoyo y ánimos para continuar; establecer pequeñas recompensas por los logros alcanzados.
Una de las características de las competencias es que, de un modo u otro, están relacionadas entre sí, formando en algunas ocasiones constelaciones de competencias en las que varias de ellas se interrelacionan.