Desde muy joven colaboró en los más importantes suplementos culturales y medios periodísticos mexicanos. Su obra se desarrollo en el periodismo, colaboró con Novedades, El Día, Excélsior, Uno Más Uno, La Jornada, El Universal, Proceso, Siempre!, Eros, Nexos, Letras Libres, Este País, entre otras publicaciones. Fue secretario de redacción en las revistas Medio Siglo (de 1956 a 1958) y Estaciones (de 1957 a 1959) y director del suplemento «La cultura en México» de la revista Siempre! También fue director de la colección de discos Voz Viva de México de la UNAM
Sus posiciones políticas y su perspectiva crítica lo llevaron, desde el inicio de su carrera periodística, a dar cuenta de todos aquellos fenómenos literarios, sociales y culturales que implicaban un desacato al autoritarismo, el orden establecido y el conservadurismo.
Fue becario del Centro Mexicano de Escritores y del Centro de Estudios Internacionales de Harvard. En agosto de 1992 recibió una beca del "Fideicomiso para la Cultura", por la Fundación Rockefeller y varias instituciones mexicanas. Impartió cursos en la Universidad de Essex y en el King's College, ambos en Gran Bretaña, y como profesor invitado en la Universidad de Harvard.
Se le considera el padre de la crónica moderna en México, por su visión sarcástica de los fenómenos sociales y políticos, así como por su lenguaje cáustico, se le vincula a la corriente del "new journalism". Su capacidad crítica, intelectual y su peculiaridad estilística lo convirtieron en una de las voces más reconocibles del panorama cultural hispánico