El biólogo Donald Caspar y el bioquímico Aaron Klug afinaron con su teoría geométrica lo que hasta entonces se conocía sobre la organización estructural de los virus, inspirados precisamente por la arquitectura.
Un virus es una partícula de código genético, ADN o ARN, encapsulada en una vesícula de proteínas. Para reproducirse necesitan infectar células e inyectar su núcleo en ellas. Los virus no se consideran seres vivos ya que no cumplen todas las funciones vitales que definen la vida.