Las personas no renuncian a las empresas, renuncian al JEFE.
Diferentes estudios han manifestado que las personas no renuncian a sus puestos de trabajo por las empresas sino por sus jefes, la fuerza laboral actual esta pidiendo a gritos líderes empáticos, resilientes, compasivos y a su vez que la cultura de las empresas cuenten con estas características. Es entonces esta la responsabilidad de los nuevos GEFES, poner en el centro de atención a las personas, diseñar e implementar estrategias, productos y servicios para el cliente interno de la organización y darle sostenibilidad a tal punto que se transforme la cultura.
La nueva gestión empresarial, la del siglo XXI ha despertado, hoy hablamos de capitalismo consciente, se ha desplazado el Hacer para tener y se ha enfocado en el SER, para luego hacer y así tener. Y sí, nacimos para ser felices, de eso estamos convencidos, entonces es nuestra labor desarrollarnos como GEFES, como gestores activos del nuevo paradigma y permitir que la gestión empresarial multiplique sus beneficios desde la adecuada gestión de las personas, no como recursos. Las personas y no las utilidades como foco, el bienestar y la felicidad como modelo de negocio y ventaja diferenciadora de las empresas.