Los celos son sentimientos que, en mayor o en menor medida,toda persona experimenta a lo largo de su vida. Pueden aparecer como una respuesta a una situacion real o imaginada.
La celotipia resulta cuando los celos que se sienten hacia la pareja se convierten en una obsesión que destruye completamente el bienestar del individuo que lo padece, el de su pareja y el de su entorno familiar y social. Así, la persona celotípica no puede permanecer en paz y armonía con su pareja por mucho tiempo, pues todos sus actos y acciones están dominados por los celos la inseguridad que sienten.
Cuando una persona ha o diagnosticada como celotípica, la ayuda de un profesional de la salud mental se hace indispensable, puesto que las consecuencias de esta enfermedad pueden resultar muy negativas para la pareja (llegando incluso a la violencia física y psicológica).
Por medio de la psicoterapia, la persona puede sacar a la luz los orígenes más profundos de su actitud celosa y posesiva y realizar, con ayuda del médico, pequeñas acciones para contribuir a la estabilidad conyugal. También, es deber del otro contribuir en el mejoramiento de la relación de pareja, acudiendo puntualmente a las citas y tratándose tal cual sugiere el especialista.
La envidia suele ser confundida por los celos, pero son dos sentimientos completamente diferentes.
-La envidia consiste en el sentimiento de malestar, rabia o tristeza hacia el bienestar de otra persona, deseando que esa persona pierda ese bien.
-Los celos se basan en el temor de que una persona nos prive del amor de un ser querido y perdamos a éste
María está casada con Juan a quien suele celar a sol y sombra. Afirma que al momento de contraer matrimonio con Juan ella no era celosa. Hoy en día se enfurece hasta cuando su marido mira en la televisión a las modelos semidesnudas. Nos cuenta que caminan juntos por la calle y ella siente que él está mirando otras mujeres transeúntes, es allí donde pierde el control y empieza a hostigarlo con preguntas que se basan en situaciones fantásticas e incoherentes (¿Qué mirás? ¿Te gusta esa chica? ¿Es más linda que yo? ¿Te gustaría estar soltero no, así puedes acercarte a ella sin culpa?¿Qué harás cuándo yo no estoy a tu lado?).
Catalina es una mujer joven que narra su problema de celos: todas las noches yo esperaba a que él se acostara, y cuando no se daba cuenta yo registraba uno por uno todos los bolsillos de su ropa, registraba su billetera, porta documentos, hasta los paquetes que traía con alguna compra. Si yo encontraba un nuevo bolígrafo, una pluma estilográfica para mí desconocida, una tarjeta de visita con el nombre de una mujer, un nombre raro escrito en su agenda, en fin, cualquier cosa, yo montaba en cólera y no podía evitar la escena de celos. A veces me reprimía y no lo exteriorizaba para no despertarle o no mostrarme en forma llamativa, pero por dentro yo ardía. Cualquier cosa que yo encontraba en esos registros servía para convencerme de que mi marido me había engañado y traicionado con otra mujer. No lo podía evitar. Si a la mañana siguiente él, antes de salir de casa se portaba muy amable y cariñoso conmigo, yo estaba convencida de que el muy traidor lo hacía para engañarme y disimular, y de que ya partía a encontrarse con la otra.