EL BULLYING. El bullying o acoso escolar tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico de los niños, especialmente si dicha violencia se repite en el tiempo o es severa.
El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso.
Las causas del bullying pueden residir en los modelos educativos que son un referente para los niños, en la ausencia de valores, de limites y de reglas de convivencia; en recibir castigos a través de la violencia o la intimidación y en aprender a resolver los problemas y las dificultades con la violencia.
Observa al niño o la niña. Trata de estar a los cambios de humos y de comportamiento, la motivación al estudio, frecuentes enfermedades leves como dolor de estomago o jaquecas.
Escucha y dialoga con ellos. los niños y las niñas casi nunca mienten en estos temas. Es importante escuchar lo que ha vivido y cómo se siente, sin juzgarle.
Mantén la calma. Es importante estar sereno y adoptar una actitud de comprensión y atención, transmitiendo seguridad y tranquilidad.
Dile que no es culpable de nada. Todas las personas tenemos derecho a ser protegidas contra cualquier forma de violencia y a ser tratados con respeto.
Refuerza su autoestima. Ayúdales a conocer sus capacidades, habilidades y el gran esfuerzo que ha hecho al haber pedido ayuda.
Comunica la situación a la escuela. Es importante que el centro escolar conozca la situación y mantenga una comunicación continua y de colaboración con ellos.
Bloqueo social. Consiste en fomentar u organizar la marginación o el aislamiento social de la víctima, prohibiéndole participar en actividades sociales o deportivas, excluyéndolo de dinámicas de grupo, o incluso exigiendo al grupo que nadie le dirija la palabra, bajo amenaza de sufrir su misma suerte.
Hostigamiento. Bajo este nombre se incluyen diversas dinámicas de acoso, persecución e intimidación sistemáticas, que insisten en un mensaje de desprecio, desconsideración, humillación, ridiculización e incluso odio.
Manipulación social. Se llama así a los intentos por distorsionar la imagen pública de un compañero o compañera, indisponiendo a terceros en su contra, inventando acusaciones, implicándolo en problemas con otros, para fomentar una apreciación negativa del grupo que luego conduzca a mayores agresiones.
Coacción y coerción. Es decir, conductas intimidatorias que buscan forzar a la víctima a llevar acciones o a decir cosas en contra de su propia voluntad, bajo amenaza de violencia física, de violencia social o de otra índole. Esto le impone a la víctima un estigma de debilidad, indefensión o sumisión, para ubicar al abusivo en una posición de poder o de autoridad.
Violencia. Este es el punto más visible de todos, que traspasa la línea de la integridad corporal y puede hacer daños físicos pasajeros o permanentes. La agresión física puede darse en distintos niveles, yendo del maltrato simple a las golpizas e incluso a la violencia sexual.
Ciberacoso o cyberbulling. Se llama así al acoso que se produce a través de las redes sociales, mediante la difamación, exhibición indeseada de la vida privada, secuestro de cuentas y de material personal, etc.