QUEMA EL ARADO
Una vida que atiende al llamado mayor de Dios, no empieza con un gran ministerio, no inicia con un servicio público, no inicia diciéndoles a todos lo que adiós te hablo y platicandoles lo que vas a hacer de ahora en adelante, no inicia publicando en face lo emocionante y padre que estuvo el campamento, no inicia aparentando ser más espiritual.
No empieza en el exterior.
Dios es el único que te llama a una vida superior, empezando con una dependencia más profunda.
Te llama a ir en búsqueda de lo alto, empezando mucho más abajo que donde te encontró.
ElÃas lo entiende que un llamado superior depende de una dependencia más profunda.
Quemar el arado:
Para algunos significara dejar algunas amistades.
Para algunos tal vez hasta sea una cuestión de cambiar de salón.
Para algunos será el hablar con sus papas y decirles que tienes que sacar la computadora de tu cuarto.
Para algunos significara hablar con los papas y decirles que les dejarás el teléfono todos los dÃas a las 8 de la noche y lo recibirás a las 2 de la tarde cuando regreses de la escuela.
Para algunos será dejar esa relación que apenas empieza y que nadie sabe porque no es el tiempo ni la edad y no hay forma de que Dios sea glorificado con esa relación.
La pero parte de no quemar el arado, la peor parte de no rendirte a adiós y decirle hoy... Dios no entiendo aún mi llamado, ni tengo claro lo que quieres que haga, pero lo que si sé y estoy seguro es que quiero vivir mi vida para ti. Entendiendo que hay un llamado mayor para mi vida, no me dejes planear y confirmarme con menos, quiero vivir para ti desde ahora Jesús.
No quiero esperar a tener 20, no quiero esperar a saber más, se trata de ir hacia ti y dejar atrás el mundo y mi aburrida y mediocre vida.
Quiero hacerlo Jesús.