Una lente de contacto es una lente fina y curvada que se coloca sobre la película lagrimal que cubre la superficie del ojo. La lente en sí es transparente, pero a veces se le aplica un ligero tinte de color para facilitar su manejo.
Limpie semanalmente el estuche donde guarda la lentilla y deséchelo y renuévelo periódicamente (se recomienda 1 vez al mes). Existen microorganismos y bacterias que pueden crecer en su interior y provocar infecciones graves.