PRESENTATION OUTLINE
Universidad Técnica Cotopaxi
La competencia para gestionar las emociones y la vida social y su relación con el fenómeno del acoso y la convivencia escolar.
La convivencia como escenario de la vida social escolar. - ha adquirido una gran relevancia en el bienestar del alumnado, así como en su desarrollo emocional, social y moral.
Cada uno de estos factores aporta a la configuración del ámbito social común y compartido que es la convivencia.
Inteligencia emocional, empatía y desarrollo socio-moral: la adquisición de conocimientos y habilidades que pueden aprender, sino también al desarrollo de actitudes, valores, conciencia social.
Esto reforzará nuestra identidad como seres gregarios y el sentimiento de pertenencia al grupo, necesario para la conexión social y ética.
El desarrollo y aprendizaje social juega un papel fundamental la capacidad para identificar, expresar y entender lo que sentimos.
Nos permitirán gestionar nuestras emociones de forma efectiva y regular nuestro comportamiento de acuerdo a la situación.
Emociones, relaciones interpersonales y criterio moral.- las emociones, sentimientos de otras personas empatía cognitiva, especialmente para vincularse emocionalmente con la empatía afectiva.
Lo más positivo es desarrollar ambos componentes en su justa medida, de manera que nos permitan comprender el punto de vista cognitivo y los sentimientos.
El desarrollo moral se rige, como un proceso esencial para el desarrollo de las pautas de reciprocidad ética que exige la convivencia.
La empatía y la solidaridad afectiva son elementos claves para el desarrollo de actitudes y conductas morales adecuadas.
Competencia social e implicación en fenómenos de acoso la competencia social implica el desarrollo de comportamientos y habilidades que los escolares ponen en práctica en su vida social.
El desarrollo de este, competencia permite crear y mantener el éxito en las interacciones que los escolares mantienen con los iguales, produciendo un gran impacto en la adaptación.
La competencia social del individuo determina en gran medida el nivel de aceptación dentro del grupo, valorándose de forma positiva las conductas prosociales y cooperativas.
Los estudios revisados ponen de manifiesto la importancia de promover la inteligencia emocional, social y moral del alumnado como procesos esenciales del desarrollo de comportamientos cívicos.
