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La Culpa y el Arrepentimiento - El Amor del Padre Parte II

Siempre puedes volver a la casa del Padre.

PRESENTATION OUTLINE

La culpa y el arrepentimiento

El amor del Padre - Parte II

Anota en tu cuaderno un momento oscuro de tu vida, en el que te hayas alejado de la casa de tu Padre Celestial y te sentiste lejos de la presencia de Dios.

Reflexiona en esta experiencia sabiendo que eres hijo de Dios. Por favor no expliques ni abundes en la experiencia dolorosa, sino en como ella ha marcado tu experiencia de hijo de Dios…

¿Cómo te sentiste delante de Dios?

¿Era tanto el dolor que sólo te centraste en ti mismo(a)
y no volteaste a ver a Dios?

La culpa y el arrepentimiento

Entonces, reflexionando, dijo:
«¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra mientras que yo aquí me muero de hambre! Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

Photo by Cirofono

Ya no merezco llamarme hijo tuyo,
trátame como a uno de tus jornaleros. Se puso en camino y fue a casa de su padre”.

Photo by Hermano-Lobo

SIEMPRE PUEDES VOLVER A CASA DEL PADRE

Photo by Mr. Theklan

Tienes dos opciones: una, sentarte y decir: "¡Qué malo he sido!“.

Otra, ser humilde y decir: "Padre, he pecado, me arrepiento, perdóname".

Si, no importa lo bajo que hayas caído, siempre puedes arrepentirte, pedir perdón y volver a empezar.

Comienza un proceso instintivo a través de la culpa.
Hoy no hay espacio para la culpa. La culpa como aguijón agrega otro malestar al de la escasez buscando revertir el proceso.

Photo by Manjobizar

¿Quiénes tienen la culpa de lo que me pasa?

Culpar a otro solo retrasa
el proceso de aprendizaje.

Hacerse cargo de la culpa es recapacitar, re – capacitarse, volver a adquirir capacidades perdidas (aunque no bienes perdidos).

¿Qué capacidades adquiere
el hijo pródigo?

Photo by jonycunha

1- Ver el presente. Reconocer mí aquí y ahora, ubicarme correctamente en el mapa de mi vida.

Photo by Roby Ferrari

2- Ver la dirección correcta
en la que seguir.

Photo by Will Montague

3- Ver el pasado y reconocer
la historia que tejí mal.

Photo by xavi talleda

Para muchos los problemas y los sufrimientos son un castigo de Dios. Sin embargo, si yo sé y he experimentado que Dios me ama, y Él no se contradice, ¿puedo creer que Él me quiere castigar?

¿Él quiere que yo sufra?
¿Me creó para sufrir?
¡No!

¿Será que Dios me mandó todo este dolor?
¡No!

Photo by ambigel

¿A través de quién entró el pecado en el mundo?
A través de Adán y Eva.
Es decir, la humanidad.

Entonces entraron el sufrimiento, la enfermedad y la muerte en el mundo.

Photo by olivcris

Cuando yo experimento los frutos del pecado, no puedo culpar a Dios.

Ni voy a culpar a nadie.

Photo by Quentin.HLB

Dios es tan bueno y nos ama tanto, que de esto tan malo, va a sacar un gran bien.

¿Cómo va Dios a transformar en algo muy bueno las cosas malas que me pasan?

Photo by jacilluch

Con mi participación.
Dejándome amar profundamente por Dios,
tanto que pueda yo confiar plenamente en que Él busca mi bien y su gozo está en que yo pueda estar en su presencia.

Photo by Ana_Cotta

EXAMEN DE CONCIENCIA

Vamos a tomar una radiografía de nuestro amor. Para eso cotejaremos nuestro amor con el amor que Jesús quiere que tengamos:

Photo by @jackeliiine

“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante. No se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido. El amor no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”. 1ª. Corintios 13: 1-8

Hagamos nuestro
examen de conciencia
¡a conciencia!

¿Soy paciente?
¿Soy bondadoso?
¿Tengo envidia?
¿Me creo más que los demás?
¿Me gusta llamar la atención?
¿Me comporto indecorosamente?
¿Busco mi interés?

¿Me irrito?
¿Tomo en cuenta el mal recibido?
¿Me alegro de la injusticia?
¿Me alegro con la verdad?
¿Todo lo perdono?
¿Todo lo creo? ¿Todo lo espero?
¿Todo lo soporto?

Si descubriste ya algunas cosas en tu interior que necesitan cambiar:

1. Confiesa tu pecado y
2. Pídele al Espíritu Santo que te ayude.

Photo by Cesar Pics

"Confiésense sus pecados
unos a otros" (Santiago 5:16)

¿Alguna vez has confesado
tus pecados a otras personas?

En la confesión es donde le permitimos a Dios abrazarnos y hacernos otra vez a su imagen y semejanza.

Estos son mis pecados y también son para mí las palabras de Jesús: «Padre, perdónalo, porque no sabe lo que hace». Lucas 22:34

Photo by joevanni_99

Experimentas el perdón de Dios luego de sentir verdadero dolor en el corazón por tus pecados, arrepentirte en verdad y tener el deseo firme de no volver a pecar.

Después le dices a alguien más que no eres perfecto.

Y ese alguien más es Jesús.

Y entonces ves la presencia amorosísima de Dios que te dice: ven hijo(a), te quiero hacer como te pensé desde el principio, te quiero volver a capacitar para que puedas hacer realidad el plan de amor que tengo para ti.

Es importante tener esa experiencia maravillosa de la presencia continua de Jesús en nuestra vida. Saber que nada ni nadie nos puede separar de su amor. Y todos los días aceptar a Jesús como nuestro Salvador y Señor.

Photo by Paco CT

Por eso, en oración,
impulsados por el Espíritu Santo, digamos:

• Jesús te reconozco como el Señor.

• Jesús eres el Señor de mi vida familiar.

• Jesús eres el Señor de mi cónyuge
y mis hijos.

• Jesús eres el Señor de mi noviazgo.

• Jesús eres el Señor de todas mis relaciones.

Photo by Paco CT

• Jesús eres el Señor de mi cuerpo.

• Jesús eres el Señor de mi alma y espíritu.

• Jesús eres el Señor de mi pasado.

• Jesús eres el Señor de mi presente.

• Jesús eres el Señor de mi futuro.

Photo by Paco CT

• Jesús eres el Señor de mi estudio y profesión.

• Jesús eres el Señor de mi trabajo y mi descanso.

• Jesús eres el Señor de mi salud y enfermedad.

• Jesús eres el Señor de mis penas y alegrías.

Photo by Paco CT

• Jesús eres el Señor de mi
inteligencia y voluntad.

• Jesús eres el Señor de mi
imaginación y memoria.

• Jesús eres el Señor de mis
ojos, oídos, manos y pies.

• Jesús eres el Señor de mi tiempo.

Photo by Paco CT

• Jesús eres el Señor de mi manera de comer y vestir.

• Jesús eres el Señor de mi manera de
pensar y hablar.

• Jesús eres el Señor de mi
pobreza o riqueza.

• Jesús eres el Señor de
mi dinero y posesiones.

• Jesús eres el Señor de mi
sexualidad y emotividad.

Photo by Paco CT

• Jesús eres el Señor de mi
patria y mi hogar.


• Jesús eres el Señor de mi vida
y de mi muerte.

• Te proclamo como el
Señor del universo.

• Te acepto como mi Señor.

Photo by Paco CT