La primavera simboliza el florecer y el renacer, ya que la vida resurge en todo su esplendor, las plantas dan flores y frutos, y los animales realizan sus cortejos, invitándonos a que nuestra existencia también florezca y fructifique, y a entregarnos al amor.
Algunos propósitos ideales para esta temporada son, “recuperar el ‘calor’ que emana de nuestro corazón, poniendo pasión en la vida, así como abrir un tiempo dedicado a la creatividad en lo cotidiano y expresar, o materializar, un fruto artístico a través de cualquier disciplina que resuene en nuestra alma”