Desde el ámbito social, el concepto de "espacio" nos remite a un sentido topológico y genércico, mientras que el concepto de lugar ofrece un termino más cualitativo y de mayor interferencia social.
La imagen del deporte se idealiza, se mistifica, se separa simbólicamente de la tierra de la sociedad, cuando en realidad el hecho deportivo es un hecho social que no puede escapar del núcleo central de los valores sociales, con unas reglas sólo aparentemente diferentes.
Los espacios vacantes pasaban a ser espacios públicos. La vida gremial permitia cierta especialización en las zonas de la ciudad. En general, existía mucha polivalencia en los usos de suelo comunitario.
Los predeportes eran actividades sociales que no estaban reguladas racionalmente, que no estaban sujetas a reglas estrictas, ni estaban arbitradas por instituciones especializadas.
En cada localidad se establecían diferentes límites al terreno de un juego determinado, como los bolos o el frontón, dependiendo de la capacidad de espacio que se poseía o de la costumbre de los lugareños.
En cierto sentido, la reglamentación del espacio deportivo fue también una homogeneización del espacio público que la modernidad sometió a normas fijas.
Fue un proceso paralelo al de la misma industrialización capitalista, que trazó territorios para los mercados geográficos, que delimitó fronteras con líneas rectas en las colonias de ultramar.
En el deporte también se delimitó la competición en unos espacios, que a principios del XX fueron ya precisos y estandarizados. el nacimiento del deporte surgió en las mismas décadas en que los Estados empezaron a organizar objetivamente a sus poblaciones.