La educación en China no se centra en un solo punto, sino que busca el desarrollo mental, ético o estético mediante la instrucción supervisada que busca el desarrollo de habilidades lucrativas.
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El fin primero de la educación ancestral en China era ayudar a las clases dominantes a mantenerse en el poder, no era accesible para el pueblo y consistía en enseñar poesía, filosofía y literatura. Lo científico no tenía cabida.
Eran comunes los funcionarios eruditos, pero eso no significaba tampoco que era fácil alcanzar prestigio y poder, pues en realidad resultaba bastante difícil.

En sus inicios, en China no existían las escuelas públicas. Estudiar tenía un valor económico prohibitivo. Las mujeres no tenían acceso a la educación y no podían ocupar cargos públicos

Rápidamente, el Estado se dio cuenta de que, si China quería posicionarse en el mundo, debía modernizar su educación, para lo cual crea el Ministerio de Educación que se ocupó de extender la escuela a lo largo del país pero solo a nivel pre y universitario. Eso provocó que los jóvenes buscaran continuar con su posgrado en el extranjero.

Aunque la educación en China se extendió geográficamente, hasta 1865 su estructuración siguió siendo un problema, razón por la cual el gobierno buscó asesoría de extranjeros, lo cuales eran, en su mayoría, europeos.

Con la llegada del comunismo, la educación sigue siendo un tema de vital interés. Se continúa con un sistema centralizado y existe un gran control de la enseñanza, la cual se enfoca en la adoctrinación de las masas. Esto provocó que los fines principales de la educación se dejaran a un lado y los jóvenes, al graduarse, no encontraran trabajo ya que lo aprendido no tenía utilidad práctica.

Con la llegada de la llamada "revolución cultural" china, la figura principal es Mao Zedong. Durante este periodo, la educación sufre un serio retroceso, se cierran escuelas colegios y universidades por periodos variables e indefinidos y se condena a los docentes a trabajos forzados en lugares lejanos o los asesinaban.

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La educación durante el dominio de Mao, recayó en maestros no calificados, puesto que los verdaderos habían sido desaparecido. Los libros de texto, definidos como sediciosos, fueron eliminados. La calidad de la educación bajó notablemente, centrada como estaba en los estudios sobre el pensamiento de Mao Zedong. Así fue como se inició la época de lo que se conoce con el nombre de "la gran olla de arroz", que significativamente se refiere al predominio de lo colectivo sobre toda actividad, incluyendo la escuela.

Durante este periodo, se genera un estado de caos, donde la organización educativa no tiene que rendir cuentas de su manejo y nadie quiere responsabilizarse cuando algo salía mal. Se consideró que la educación ideológica era más importante que las condiciones materiales. Se enfatiza en enseñar "amor a la patria, amar a la gente, amar el trabajo, amar a la ciencia, y amar a la propiedad del Estado".

Después de Mao, se sigue pensando en la necesidad de educar en los valores citados anteriormente, pero ahora el énfasis sería tecnológico.
Los jóvenes chinos deben completar nueve años de enseñanza obligatoria. Informalmente, se habla de un sistema 9-6-3, es decir, de nueve estudiantes que ingresan a primaria, seis la completan y solo tres pasan a secundaria.

En la secundaria china, los jóvenes pueden elegir entre dos sistemas, el regular y el técnico. Pero existe una marcada diferencia entre los centros educativos, ya que los estudiantes aventajados se envían a las llamadas escuelas clave, donde permanecen hasta su graduación. Son escuelas privilegiadas, que reciben mayor presupuesto y tienen los mejores profesores.

En las instituciones educativas existe la llamada "meritrocracia", lo cual provoca que los estudiantes que no muestran habilidades específicamente valoradas, desertan del sistema educativo.
Se considera que la habilidad para calcular (probablemente en relación directa con el razonamiento matemático) en un indicador claro de que un niño va a ser capaz de generar conocimiento en el campo tecnológico y científico (Ranson, 7)

En China existe un examen nacional de ingreso que regula la entrada a escuelas, colegios y universidades y se hace anualmente.
Al culminar la secundaria, resulta evidente que los resultados obtenidos en el último examen tiene relación directa con la probabilidad de ingreso. Solo el 25% de los que realizan dicho examen son admitidos en la universidad.
Después de terminar la universidad, los estudios de posgrado en licenciatura y maestría se realizan preferiblemente en el extranjero, algo que también es problemático cuando el estudiante no regresa de inmediato para integrarse al sistema de trabajo.

La educación en China promueve en las instituciones educativas un sistema que genera una preocupación permanente por el uso y la obtención de recursos, así como la creación, casi aislada, de novedosos regímenes de empleo y de pensión para cada caso.
El índice de analfabetismo ha bajado ostensiblemente de un 80 a un 20%, aunque sigue siendo mayor en las minorías desposeídas.
Es una lucha que incluye a la búsqueda de alfabetizar las costas y alcanzar una mejoría en las condiciones de la mujer.

Las mujeres en China siguen teniendo problemas no solo de acceso a la educación, sino para mantenerse dentro del sistema educativo. Se sabe que, cuando dos hermanos, hombre y mujer, acuden a la escuela, es la mujer la que tiene mayores problemas de apoyo familiar. A esto se suma que los hombres son los que tendrán mayores ingresos en el trabajo y eso es de sumo interés para los padres, ya que en las zonas menos privilegiadas, son los hijos quienes los mantendrán en su vejez.
Sin embargo, está demostrado que un padre con escolaridad, favorecerá la educación de su hija.

La docencia está en crisis en China. es una profesión mal pagada que los jóvenes no quieren seguir, lo cual se ve empeorado con la gran posibilidad de la asignación de trabajos en lugares alejados, cuando los estudiantes se gradúan

El sistema de responsabilidad es una sistema que busca, mediante la venta de servicios, la investigación y la enseñanza fuera del campus, poder subsanar las necesidades de equipo y mantenimiento de las instituciones educativas. Un problema que ha surgido es la extrema especialización de las universidades y que, en vez de sistemas de cooperación, provocan la duplicación de investigaciones, por ejemplo.

A pesar de todos los logros y todos los esfuerzos realizados, China tiene un gran camino que recorrer en la modernización, la cobertura y el buen manejo administrativo y económico de sus instituciones educativas. Las estadísticas no hablan a favor de un sistema educativo bien posicionado a nivel mundial, lo cual, si no se mejora mediante una buena planificación, podría resultar en una reacción violenta que generaría un retroceso de todo el sistema en vez de un avance, que ha sido el gran objetivo a lo largo de muchas generaciones.

Como proyecto, China ha sido una construcción que partió de la voluntad de un hombre por construir un imperio. Con siglos de existencia, ha vivido y sobrevivido a grandes cataclismos, invasiones y revoluciones. Toca ahora, en momentos convulsos, continuar una labor titánica basada en los preceptos que la cimentaron y en la que, sin duda, la educación es un eje fundamental