Planta herbácea de hojas largas, flores pequeñas y blancuzcas y fruto en cápsula que encierra unas semillas negras y arriñonadas; el bulbo, de olor y sabor intenso y característico, está cubierto por una envoltura parecida a un papel muy fino y consta de varias piezas fáciles de separar llamadas dientes.
Forma:es una raíz bulbosa redondeada, llamada comúnmente "cabeza de ajo", compuesta por entre doce o quince bulbillos o "dientes de ajo" envueltos en varias capas finas.
Color: los bulbillos son de color blanco o amarillento cuando se retira la película muy delgada, blanca o grisácea
Sabor:Aroma marcado y ordinario, perceptible a varios metros de distancia, y fuerte sabor acre, sobre todo si se consume crudo.
El ajo es un alimento que destaca por su contenido calórico, más de 100 kcal por 100 gramos, pero como su uso no es masivo en la cocina el aporte calórico es casi despreciable. El contenido nutricional del ajo es sobre todo a base de hidratos de carbono, aunque también tiene algo de proteínas (5 gramos/100 gramos).
Su importancia nutricional reside en los micronutrientes, aportando minerales como el sodio, potasio, fósforo y magensio, todos ellos cruciales en la dieta. También cuenta con vitaminas del grupo B, pero son los compuestos aromáticos azufrados los que proporcionan las propiedades más notables del ajo, compuestos como la aliína o la alicina.
Suelos con buen drenaje, ricos en materia orgánica y con humedad. Riego permanente hasta el período anterior a la cosecha. Fertilización superior a otras hortalizas Desmalezamiento del suelo, principalmente durante el primer período de germinación Temperaturas inferiores a los 17 °C La plantación se realiza en invierno o principios de primavera, cuando el diente ya ha brotado y el nuevo tallo alcanza un 50% de la longitud del diente.